En un mundo donde la calidad de nuestros alimentos y el desperdicio se han convertido en preocupaciones crecientes, es esencial conocer las mejores prácticas para prolongar la vida útil de nuestros productos y disfrutar de la frescura y los beneficios nutricionales que ofrecen.

Cada alimento tiene su propia personalidad y requisitos de almacenamiento. En este espacio, exploraremos consejos prácticos y datos interesantes para ayudarte a conservar las frutillas y arándanos que están en plena temorada y hay que aprovecharlos al máximo de manera efectiva, reduciendo al mismo tiempo el desperdicio alimentario en tu hogar.

Estas son algunas sugerencias generales:

Frutillas 🍓: Conservarlas de manera adecuada es esencial para mantener su frescura y sabor. Después de comprar o recoger las frutillas, guardalas en la heladera tan pronto como sea posible para retardar el proceso de maduración y tenerlas ahí listas para preparar tus postres de frutillas favoritos o una irresistible tarta de frutillas ¡que siempre es un éxito asegurado!

Evitá lavarlas antes de almacenarlas, ya que la humedad puede acelerar la descomposición y almacenalas en un recipiente hermético o una bolsa de plástico con agujeros para permitir que el aire circule. Agregá también papel absorbente para la humedad.📍Revisalas regularmente y retirá cualquier fruta que esté empezando a descomponerse para evitar que afecte a las demás.

¿Conseguiste una muy buena oferta y están maduras? No las desaproveches y prepará una deliciosa mermelada de frutillas. Será un viaje de ida, nada como prepararla en casa y lo mejor de todo es que podás disfrutarla durante todo el año. Siempre y cuando sigas los pasos indicados para su conservación.

Congelación: Si tenés una gran cantidad y no llegás consumirlas antes de que comiencen a deteriorarse, considera congelarlas. Lavalas, quitale los tallos y colocalas en una sola capa en una bandeja para congelar. Luego, pasalas a una bolsa y listo! Podrás utilizarlas directamente para realizar 🍧 helado de frutillas o un refrescante smoothie de frutillas.

Arándanos 🫐: Después de comprarlos, refrigeralos lo más pronto posible. Esto ayudará a retrasar el proceso de maduración y a mantener su frescura. Podrás ulilizarlos así frescos para preparar un riquísimo budín de arándanos o unos irresistibles muffins de arándanos.

Evitá lavarlos antes de almacenarlos. El exceso de humedad puede provocar la descomposición. Conservalos en un recipiente abierto o perforado y colocá toallas de papel absorbente en el fondo del recipiente para ayudar a absorber cualquier exceso de humedad. ¿Ya probaste cocinar galletitas con arándanos? Seguro pedirán bis !!! Y a un delicioso  postre con arándanos nadie podrá resistirse 😍

📍No te olvides de revisarlos regularmente y retirá cualquier fruto que esté empezando a descomponerse para evitar que afecte a los demás.

Congelación: Si tenés una cantidad excesiva de arándanos y no podés consumirlos a tiempo, considerá congelarlos. Lavalos, secalos completamente y colocalos en una bandeja para congelar antes de pasarlos a una bolsa. Luego podrás utilizarlos directamente para preparar helado de arándanos, smoothie de arándanos o agregar así congelados en el momento que se te antoje preparar una torta de arándanos.

📍Recordá que la frescura inicial de la fruta al momento de la compra también es crucial. Estos consejos te ayudarán a maximizar su vida útil, pero siempre es bueno consumirlas lo antes posible para disfrutar de su mejor sabor y textura.