Cuando era niño, odiaba la coliflor. La ODIABA! Me parecía una cosa blanca, sosa, que llenaba la cocina de olores desagradables y que mi mamá me quería obligar a comer a toda costa. "Con lo buena que es", me decía, "pero ya crecerás y aprenderás a apreciarla."
Por supuesto, mi mamá tenía toda la razón del mundo: a medida que fui aprendiendo a cocinar, fui descubriendo que la coliflor es una verdadera superheroína con múltiples identidades secretas! Hoy en día, la reina de las coles se ha vuelto una de mis grandes favoritas a la hora de preparar la comida... ¡y de comerla!
¿Por qué? Porque es uno de los vegetales más versátiles que conozco: entra perfecto en ensaladas, sopas, platillos horneados, como acompañamiento para carnes, aves y pescados (o como su sustituto!) y además, es una manera fácil y muy económica de darle a mi familia una bomba de nutrición.
Pero seguramente te quedaste picado con eso de las "identidades secretas", ¿verdad? De eso se trata esta entrega de "ingredientes indispensables": las mil y una caras de la coliflor.
Las caras tradicionales
Empecemos por lo que muchos aprendimos de la coliflor en las cocinas de nuestras madres y abuelas: la coliflor se deja hornear a las mil maravillas!
Ya sea rostizada, entera, o como parte de una buena cacerola con otros ingredientes que combinan a la perfección con ella, como el jamón y el queso. Como además, es una esponja de sabores (es decir, absorbe el sabor de los demás ingredientes y lo amplifica) al momento de entrar en contacto con nuestras papilas gustativas les regala una verdadera explosión de sabores!
Pero no sólo en el horno se siente cómoda la coliflor! También le encanta aparecer en sopas y como puré, como la compañera perfecta para cualquier plato fuerte!
Las caras camaleónicas
Y ya que hablamos del puré de coliflor: si tienes niños en casa que son como era yo cuando tenía ocho años y odiaba la coliflor... ¡problema resuelto! Hay muchísimas maneras de "disfrazarla" para que la coman (es lo que hacía mi mamá también jejeje). Puede ser en puré, o como "arroz", o incluso como masa para pizza! Seguro que hasta el niño más "exigente" se la comerá con gusto!
Claro que no sólo los niños se benefician con la versatilidad de la coliflor: también los adultos se han enamorado, sobre todo en años recientes, de la reina de las coles. Sobre todo los que siguen planes alimenticios especiales, como por ejemplo la dieta keto. ¡¿Sabías que una taza de coliflor cruda contiene solamente 25 calorías?! ¡Así, vale la pena comerla a diario! Y con tantas maneras distintas de prepararla, se puede sin problemas. A continuación, unos ejemplos de recetas donde la coliflor hace el papel de pasta, pan y tortilla!
En Cookpad, hay más de 4,500 recetas con coliflor. Con semejante variedad, hoy en día puedo invitar a mi mamá a comer todos los días y demostrarle que, efectivamente, aprendí a disfrutar de la reina de las coles!
Y a ti, cómo te gusta la coliflor?