Este 25 de octubre es el día de este clásico, con sabor a comida casera, que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Fresca, seca, rellena o simple, con aceite, queso o la más glamorosas de las salsas, la pasta es la reina de los domingos pero puede protagonizar la semana entera en cualquier parte del mundo.

Empaquetada y con precio económico, fresca con más de una fábrica en cada barrio, en los restaurantes de todo el país o casera, con la técnica de las abuelas, amasando junto a los nietos. La pasta lleva 2 ingredientes, harina y huevo, dos productos de la canasta básica de cualquier hogar, y lleva magia, esa que nos convierte en creadores de nuestros platos, incorporando todo lo que pueda darle un toque especial.

Es increíblemente versátil y puede adoptar diversas formas, desde fettuccine y tagliatelle hasta ravioles y lasañas, lo que la convierte en una opción culinaria adaptable, si sabremos de eso en Cookpad donde disfrutamos cada aporte de la comunidad.

La preparación puede convertirse en un ritual relajante y terapéutico, ofreciendo una pausa en la rutina diaria mientras se amasa la masa con cuidado y atención.

Una demostración de su presencia en el mundo entero es que las tres ciudades donde más se consumen son Roma, Washington y Teherán, tres culturas muy distintas pero donde hay algo en común, un delicioso plato de pasta.

Árabes, chinos e italianos se disputan su creación, sin embargo, para cada teoría hay un desmentido, y aún hoy se desconoce el origen. Su fecha conmemorativa por su parte es bastante reciente, ya que fue impuesta recordando el primer Congreso Mundial de Pasta llevado a cabo en Roma en 1995, hace poco más de 25 años.
Asociada con la comida de los campeones no falta en la dieta de ningún deportista, la harina de trigo duro aporta nutricionalmente la energía necesaria para quienes generan tanto desgaste físico.

La clave para enaltecer cualquier tipo de pasta estará dada siempre por el acompañamiento. Tuco, salsa, pesto o incluso fideos salteados.

No hay dos pastas iguales, en Cookpad lo disfrutamos a diario, cuando cada uno de los autores nos invita a entrar a su casa a través de un plato de tallarines, ñoquis, sorrentinos, ravioles, canelones o cualquier otra preparación de pasta casera o fideos.
Existen también versiones de pasta vegana para quienes elijen no consumir huevo, fideos sin gluten para quienes son celíacos, así como fideos keto para quienes siguen dietas sin nada de carbohidratos.

Pero como toda maravilla, la pasta tiene sus secretos para obtener los mejores resultados:

Medición precisa: Para mantener la proporción adecuada de harina, huevo y sal. Esto es crucial para lograr una consistencia perfecta en la masa.

Amasar con cuidado: Amasá lo suficiente para desarrollar el gluten, pero evitá exagerar. Un amasado adecuado contribuye a la textura ideal.

Tiempo de reposo: Permitir que la masa repose antes de estirarla. Esto permite que la harina absorba la humedad de los huevos, lo que mejora la textura.

Cocina al dente: Cociná la pasta al dente para mantener una textura firme pero tierna. La pasta seguirá cocinándose ligeramente después de escurrirla, así que retirala del agua antes de que esté completamente cocida.

Sal y agua: Agregar sal suficiente al agua de cocción de la pasta. Esto realzará el sabor de la pasta desde adentro.

Experimentá con las formas: No temas experimentar con diferentes formas de pasta. Desde fettuccine hasta ravioli, la diversidad de formas puede afectar la experiencia gastronómica.

Creatividad en los ingredientes: Sé creativo con los ingredientes adicionales. Agrega hierbas frescas, frutos secos o incluso tintes naturales a la masa para darle un toque personalizado y sabores únicos.

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