"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento". La frase, repetida y mega conocida por todos, tiene más de 2400 años de existencia. Hipócrates, el padre de la Medicina en la antigua Grecia, creó uno de los conceptos más valiosos y simples de la historia de la salud: lo que vertemos en nuestro cuerpo puede nutrirnos, potenciarnos e incluso curarnos. Lo que no sabía el médico era que siglos después, la humanidad viviría inmersa bajo un exceso de opciones alimenticias, muchas de ellas, poco saludables y artificiales, sin ingredientes naturales.

Cada vez son más los profesionales de la salud que insisten en la importancia de llevar una dieta equilibrada. Pero a diferencia de lo que sucedía décadas atrás, cuando se hablaba de "hacer dieta", "comer algo light", "consumir menos calorías", los expertos están haciendo hincapié en la importancia de elegir productos que aporten nutrientes: compuestos químicos que le aportan a las células lo que necesitan para vivir. Y todo esto no tiene que ver con obtener un número en la balanza o lograr calzarse "x" talle de pantalón. Se trata de priorizar una alimentación que le permita al organismo funcionar de manera efectiva, previniendo además  un sinfín de enfermedades -que van desde la diabetes y el colesterol, hasta la hipertensión y la anemia-.

¿Cuáles son los principales obstáculos para lograr que nuestro alimento sea nuestra medicina? La cantidad de tentaciones al paladar que vienen dentro de un paquete y ciertos conceptos arraigados culturalmente que nos hacen creer que comer de forma saludable es comer una lechuga y una manzana  y que lo verdaderamente delicioso es lo suculento, grasoso y bien azucarado.

¿Quién dijo que la pizza solo puede ser de harina blanca, que el asado solo puede tener carne a la parrilla y que las mejores galletitas y alfajores vienen en un paquete? Pero por sobre todo, ¿quién dijo que comer saludable es aburrido?

Es verdad, ¡comer saludable es todo un desafío! Porque los azúcares, grasas saturadas y productos ultraprocesados están ahí, a la vuelta de la esquina. Pero buscar opciones más naturales -y en muchos casos, más sabrosas- para los clásicos de siempre es posible.

En Cookpad Uruguay queremos invitarlos esta semana a crear y compartir, inspirándonos en aquellas versiones de platos y bocados que todos disfrutamos -aunque sepamos que no son del todo nutritivos-, buscando alternativas que los conviertan en buenos aliados para nuestra salud. ¿Cómo? Pensando en nuevos ingredientes y sabores. 🤯💫

👩‍🍳👨‍🍳Hamburguesas de vegetales y de legumbres; tartas y pizzas con masas integrales; pastas sin harinas refinadas (las harinas integrales tienen múltiples beneficios, como la fibra que aportan); verduras asadas y rellenas para la parrilla; postres sin azúcar y galletas de avena. Estas son algunas de las opciones entre tantas más.

Lo más importante: ¡que sean elaboraciones caseras! Cocinemos nuestra medicina, inspirémonos todos juntos. ¿Te sumás?

Te compartimos algunas recetas de autores uruguayos para que te inspires:

-Tarta integral de espinaca y ricota de Demian Díaz

-Tarta de zapallitos con harina integral de Kathrin

-Pizza de coliflor vegana y sin TACC de Dayana

-Galletas de avena sin huevo ni materia grasa de Nati

-Budín saludable de limón, yogur y coco de Isabella Calcagno

-Hamburguesas Veganas de Calabaza, Avena y Chía de Romina de León Errazquín

-Pan de hamburguesas keto  de María Fernanda Rodríguez

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