Uno de los lugares del hogar en los que más gastamos es la cocina, y no solo hablamos de lo que cuestan los alimentos sino también el gas y la luz que usamos. Con algunos pequeños trucos, podemos ahorrar dinero y energías no renovables para vivir en un mundo mejor y dejar una herencia a las generaciones futuras.
- Cuando cocines, usa sartenes y ollas del tamaño adaptado a cada fogón: no uses el grande para una olla pequeña ni al revés, pues consumirás más energía de la necesaria.
- Tapa las ollas, sobre todo al hervir algo, ya que de esta forma el líquido se calentará antes y la pérdida de calor será menor. Como para preparar una rica Ensalada de verduras, no crees?
- Si tienes una olla de presión, úsala sobre todo para cocciones largas porque reduce los tiempos y ahorra energía. Sirve particularmente para cocidos como este Caldo de res en olla express o para preparar un postre como este Pastel imposible: Chocoflan!
También hay algunas recetas que no necesitan cocción como esta Agua de jamaica y este delicioso y fresco Ceviche de pescado a la yucateca. Genial, no?
- Cuando hornees, intenta programarte para preparar varias cosas a la vez o, al menos, una tras otra. Evita abrir el horno durante la cocción ya que escapa cerca del 20% del calor y gastará más energía para recuperarlo. Si la receta lo permite, evita precalentarlo. También, puedes apagarlo unos minutos antes de finalizar para aprovechar el calor residual.
- Calentar los alimentos en el microondas también representa un ahorro energético ¿Sabías que gasta hasta 70% menos de energía que un horno convencional? Además, es la forma más rápida de tener un rico desayuno o postre como estos Hot cakes esponjositos en microondas y este rico Mug cake de chocolate.
Otros tips prácticos:
- No programes el refrigerador a una temperatura excesivamente baja.
- Refrigera los alimentos sólo cuando se hayan refrescado ya que guardar la comida caliente en el refrigerador no es bueno para su conservación y, además, gasta energía extra.
- Mantén el refrigerador o congelador lleno, pero no sobrecargado. Usa recipientes de agua o bolsas con hielo para llenar los espacios vacíos porque para enfriar los espacios vacíos gastan más energía.
- Limpia las rejillas de la parte posterior varias veces al año para enfriar de forma más eficiente
- Abrelo sólo cuando haga falta ya que cada vez que se abre el refrigerador se escapa aproximadamente el 30% del aire frío.
- Desconecta los aparatos electrónicos cuando no se estén usando. Muchos artículos electrónicos usan energía aun cuando están apagados, Ejemplo: tostadoras, cafeteras, hornos pequeños, y otros dispositivos electrónicos pequeños con luces o pantallas de espera.
La idea no es para nada atormentarte con la cantidad de cosas que no haces, ni se trata de angustiarse e intentar a hacer todo a la vez. Adopta lo que puedas y toma nota de aquellos cambios que requieren esfuerzo, inversión o tiempo e incorpóralos poco a poco.
Enlaces relacionados: