Hoy es un día especial dedicado al mole poblano, uno de los platillos más emblemáticos aplaudidos, gozosos, festivos, querido por todos. Parte fundamental de la gastronomía mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El poblano es un mole criollo que se distingue del resto de los moles por su ligero sabor dulce y el ajonjolí que lo decora al servirlo sobre una o más piezas de carne.
El 7 de octubre de 2019 se festejó por primera vez el Día del Mole Poblano y ya era hora, porque este platillo creado hace más de 300 años representa el sincretismo y fusión de la gastronomía mexicana y merece tener un lugar privilegiado como uno de los platillos más representativos del arte culinario poblano y de nuestro país.
Cuenta la leyenda que la receta original del mole poblano está hecha a partir de un centenar de ingredientes y que se inventó en el siglo XVII por Sor Andrea de la Asunción, en el Convento de Santa Rosa para halagar al virrey Tomás Antonio de la Serna y Aragón, conde de Paredes y tercer marqués de la Laguna, quien se encontraba de paso por la ciudad y pidió un platillo que hiciera feliz a su paladar. Fue esta monja quien puso todo su amor en un platillo que terminó por cautivar tanto al virrey como al resto de los comensales que disfrutaron de guiso gracias a su magnífico sabor y el picor que excita al paladar y que invita a comer un poco más acompañado de tortillas suaves y calientitas.
El Mole Poblano tradicional, cuya receta original es propiedad de las monjas clarisas del Convento de Santa Rosa, se prepara con 4 diferentes tipos de chiles (ancho, mulato, pasilla y chipotle o morita) cebolla, ajo, jitomates, canela, pasas, pepita de calabaza, cacahuate, almendras, clavos, piloncillo, chocolate en barra, tortillas, plátano macho, pan blanco, caldo de pollo, y piezas de pollo o guajolote.
La mayor parte de las familias poblanas tienen su propia receta, sus toques especiales y sus secretos muy bien guardados y, aunque ya casi nadie lo muele en el metate, acuden desde temprano al molino del barrio para moler sus ingredientes, preparar el suculento platillo y disfrutarlo todo el año.
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