La revolución de la comida mexicana

Nuestra gastronomía ha ido cambiando a lo largo del tiempo y no cabe duda que acontecimientos históricos, como la Revolución Mexicana, el continuo movimiento de las tropas, la falta de ingredientes para las recetas y la escasez de alimentos, fueron sentando las bases para que la comida mexicana sea una de las más importantes, por su gran variedad de sabores.

Las Adelitas, esas mujeres que acompañaban a los soldados, tuvieron una gran presencia en los campos de batalla y enfrentaron otra lucha. La de cocinar, alimentar y alimentarse, con lo que tenían a mano, llevando consigo una colección de especias y utensilios como comales, ollas y piedras, que usaban como molcajetes y metates, para la preparación de la comida.

Las tropas transportaban alimentos no perecederos como el maíz en el sur y centro del país y el trigo en el norte. Los platillos tradicionales. que preparaban eran sobre todo tamales y salsas de distintos chiles. Platos de frijoles, lentejas y habas acompañados de diversos quelites para cambiar su sabor. Los métodos de conservación de la carne, como la carne seca, el tasajo y la cecina ganaron popularidad.

También se inventaron platos nuevos como la discada, tan típica de los estados del norte que se preparaba en un disco de arado. Cuenta la leyenda que fue en ese entonces, en Ciudad Juárez que se inventaron los burritos y que nacieron como una variante del taco que no se deshacía, mantenía el calor y tenía tamaño suficiente para ser una comida completa.

Cada victoria iba acompañada de mole, barbacoa, asado de boda, tortillas, tacos, salsas, frijoles, chile y pulque, todos ellos platos maravillosos con los toques de improvisación que trae consigo la penuria. Lograron tanta fama que los seguimos consumiendo al día de hoy.

Si bien es cierto que los revolucionarios eran aficionados a los tragos, algunos grandes protagonistas de la Revolución, no. Emiliano Zapata prefería tomar atole de ciruela o de elote y Pancho Villa que era abstemio, tenía debilidad por las malteadas de fresa.

Cabe mencionar que el café de olla también ganó popularidad en esa época cuando las adelitas lo preparaban para los combatientes durante las fogatas nocturnas.

La Revolución Mexicana con su espíritu nacionalista cambió para siempre lo que se conoce como la cocina mexicana con sus tacos y antojitos convertidos en patrimonio nacional  y un factor de unión con el que la mayoría de la población podía identificarse.

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