Si es tamal… ¡está muy bien!
A los mexicanos nos encantan las fiestas… tanto, que tenemos una de las temporadas festivas más largas en el mundo, que suele arrancar en septiembre con el mes patrio, y terminar hasta el dos de febrero, el célebre Día de la Candelaria o, inoficialmente, el Día Mundial del Tamal…
Como muchas otras festividades en nuestro país, la celebración del tamal en esta fecha tiene raíces prehispánicas: en aquellos tiempos, esta época coincidía con el final de las cosechas, y los pueblos nahuas hacían ofrendas a Tláloc, dios de las aguas, para pedir por una temporada de lluvias abundante y fértil. Parte importante de esas ofrendas eran, claro, los tamales.
Con la conquista y la colonia, en México (también en Centroamérica y partes de Sudamérica) se fusionaron tradiciones, y el festejo de Tláloc pasó a ser el de la Candelaria, y la tradición de los tamales se mantuvo, afortunadamente, para convertirse en un motivo para preparar y comer este delicioso bocado de nuestra herencia gastronómica en familia y con los amigos!
En ningún país existe tanta diversidad de tamales como en México. Cada región y estado tiene ciertos tipos de tamales, tantos que su variedad se calcula entre 500 y 5,000 en todo el país. El tamal es tan popular que algunos expertos estiman su consumo en cientos de millones anuales, a menudo acompañados por un rico atole o un chocolate calientito… Y por supuesto, no sólo se comen el 2 de febrero, sino durante todo el año!
Algunas variedades de tamales:
El tamal “clásico”, que es el que se consume más en el centro del país, envuelto en hoja de maíz y con salsa verde o roja, acompañados de carne de puerco o pollo (y, más recientemente, también en versiones vegetarianas) En la Ciudad de México se suele también hacer la famosa “torta de tamal” o guajolota, popular desayuno acompañado por atole. También hay versiones dulces para el postre o la merienda.
El tamal oaxaqueño: tradicionalmente elaborado con masa de maíz y envuelto en hoja de plátano (o, a veces, de maíz). Generalmente de cerdo o de pollo con mole negro, pueden ser también de carne de iguana, rellenos de mole amarillo y chepil o chipilín.
El zacahuil o tamal de fiesta. Tal vez el tamal más grande de todos, puede medir hasta tres metros y pesar 50 kilos! Es propio de la Huasteca y se prepara en una tina de metal y se cuece en un horno horizontal de tierra (barro) calentado con brasas de leña. Regularmente se rellena de carne de puerco o pollo, aunque esto puede variar a solicitud de los clientes. Es muy común encontrarlo en las plazas de los pueblos desde muy temprano, los sábados y domingos. Regularmente se toma como desayuno y es común acompañarlo con café de olla.
El tamal yucateco, que va envuelto en hoja de plátano y relleno de cochinita pibil. Este tamal generalmente se sirve acompañado de cebolla morada curtida con chile habanero.
Las corundas son la versión purépecha del tamal y son tradicionales de Michoacán, aunque también se encuentran en Jalisco y Colima. Las corundas son sencillas, se hacen con verduras, queso y tequesquite revueltos con la masa, se envuelven en la hoja de la planta del maíz y se le da forma triangular cónica o piramidal. El maíz usado para la masa muchas veces ha sido hervido en cenizas en lugar de cal. Se acostumbra servirse con crema y salsa verde o roja. Hay otra versión, donde se usa frijol en lugar de maíz, estos se llaman charikurindas. Y si las corundas son dulces, reciben el nombre de uchepos.
Los tamales norteños son más delgados que los del resto del país. Elaborados con masa de maíz, en hoja de mazorca y con guisado de carne (es más común que sea carne de res, aunque también hay de puerco y pollo). También se rellenan con frijoles y queso, o con guisado de vegetales.
Los tamales chiapanecos son similares a los oaxaqueños, pero el maíz para la masa se muele mucho más fino, lo que les da una textura suave y sedosa. Van envueltos en hojas de plátano y rellenos, además de carne o pollo, con ingredientes locales como el chipilín y la hierbasanta.
Estos son sólo algunos de los muchos tipos de tamales que se disfrutan en México. ¿Cuál es tu favorito?
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